By: Yuliana Loría Villalobos
¿CÓMO ENSEÑAR?: CONTENIDO VS. MÉTODO
(…) nuestro entendimiento está sediento de objetos,
los desea con ansia, trata siempre de investigar, y recibe, mejor dicho,
devora, todas las cosas; siempre infatigable, con tal de que se le ofrezcan a
su consideración ordenadamente una detrás de otra sin ofuscarle con simultánea
multitud. (Comenio, 1982, pág.15)
El ser humano, desde su existencia, se ha
caracterizado por ser un explorador de lo no conocido, por ser curioso y por
tener ese deseo inmenso de aprender e innovar. El éxito que le ha generado el
ser partícipe de grandes descubrimientos que han alimentado el beneficio de la
sociedad, los ha llevado a querer expandir la “inteligencia” a las nuevas
generaciones, es decir, a lo largo de los años solo ha surgido el deseo de
construir mentes “ganadoras”, y eso actualmente es lo que le está haciendo
competencia al ser humano para poder sobrevivir dentro de esta nueva sociedad
estereotipada y homogénea. Entonces, si poseemos la capacidad para innovar y
para ser únicos, ¿qué está pasando?, ¿dónde está quedando el humano
infatigable? ¿las instituciones educativas están devorando, exterminando o
apagando la llama de las nuevas generaciones? O es que ¿el método de enseñanza
utilizado ya no guía al estudiante al desarrollo de la propia voluntad de saber?
Con esto, se comenzará un análisis con respecto a qué es lo que realmente está
pasando dentro de la educación y cómo se puede resolver, ya que los niños, a lo
largo de los años, van presentando una falta de creatividad, volviéndose
dependientes de instrucciones para realizar con éxito una tarea o un examen.
Para comenzar, es importante tener información clara
de los conceptos que serán los puntos clave de la razón del problema. Es por
esto que a continuación, se presentará información sobre la educación,
enseñanza y aprendizaje, tres términos muy diferentes entre sí, pero
fuertemente relacionados, y así también, cómo es que estos se encuentran
ligados a la pérdida del ser humano creativo y curioso de todo lo que se
encuentra a su alrededor.
La educación, que tiene como punto principal el
guiar al estudiante hacia su desarrollo próximo, “contribuye a proyectar las
habilidades, aptitudes y posibilidades del individuo, y a crear, corregir y
ordenar sus ideas, hábitos y tendencias” (Augusto, s.f, pág.02) Sin
embargo, a este se le han atribuido muchas interpretaciones o significados a lo
largo de los años, y cada persona piensa en educación dependiendo su punto de
vista, su cultura, su círculo social o simplemente por la manera en que se han
construido sus esquemas cognitivos con las experiencias y el tiempo.
Como ejemplo de esas diversas opiniones, tenemos la
aportación de La Real Academia Española que define a la educación “como crianza,
enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes, y también, como una
instrucción a través de la acción docente” (RAE, 2019), una definición acertada,
pero a su vez, no, ya que se interpreta el mensaje como si se refiriera a instrucciones,
moldeamiento y conductas, algo que se ha estado tratando de eliminar a lo largo
del tiempo en la educación, pero que aún sigue presente. Por otro lado, tenemos
que “la educación forma al sujeto individual, subjetivo, responsable ante el
mundo y del mundo que le han mostrado, enseñado. Si no es libre no es
responsable, no puede decidir, no se ha educado.” (León, 2007, pág.598),
una perspectiva totalmente distinta de la educación, ¿no?
En base a esto es que se ve necesario resaltar lo
trascendental que es para los profesores y cualquier otra persona relacionada
con estos temas, que así como hay muchas maneras de interpretarlo, se debe
tener cuidado con la manera en la que absorbemos y reproducimos en el aula ese
tipo de ideas, ya que como forma ideal, se debe ver la educación no como un
constructor de inteligencia, sino como un facilitador que explota lo único del
ser humano, de ese que solo necesita una pequeña ayuda para empezar a generar
su personalidad, pero que este, por medio de sus propias interacciones con el
mundo, generará las capacidades que son verdaderamente necesarias en su entorno;
por el contrario, ver este concepto como un ejemplo autoritario en el aula,
solo puede producir un mal desarrollo de los individuos, en otras palabras,
estudiantes robots. ¿Y por qué se definen de esta manera? Esto es porque, como
se dijo anteriormente, la educación todavía no ha estado preparada para recibir
enfoques que permitan al estudiante desde pequeño, crear y analizar por sí mismo,
sino que se ha tomado la educación por otras riendas, queriendo que los
estudiantes dominen un mismo tema, una misma asignación, y de esta manera, lo
categorizan por una nota. No se está comprendiendo que cada ser humano tiene
capacidades distintas, y que no se puede pretender que una persona resuelva un
mismo problema de la misma manera.
Como segundo concepto, tenemos la enseñanza,
caracterizándose por ser aquella que por medio de la acción se transmite el
conocimiento a los aprendices, es decir, “tiene el incentivo, no tangible, sino
de acción, destinado a producir, mediante un estímulo en el sujeto que aprende”
(Arredondo, s.f, 1989). Este se considera aún más limitado que la educación,
porque transmite sin enfocarse en el ser integral; solo tiene el objetivo de
que el conocimiento se reproduzca.
Los componentes importantes de la enseñanza son el
sinfín de métodos que, con los años, grandes expositores han creado para
mejorar el nivel de esta y para llevar educación de calidad a las nuevas
generaciones. Sin embargo, para nadie es un secreto que la educación en la
actualidad ha ido retrocediendo poco a poco. El constructivismo, una de las
teorías, enfoques y métodos que mejor indica cuál es la manera ideal para
desarrollar las habilidades de los estudiantes, ha sido olvidada en algunas
instituciones, ya que, por más que se desee crear mentes únicas y creativas,
con el deseo de aprender, de ir más allá, no se está llegando al objetivo, ¿por
qué?
Muchos de estos métodos de enseñanza llevan arduo
trabajo para mantenerlo en progreso y si el educador se basa en eso, los
procesos de enseñanza se vuelven un poco lerdos como para desarrollarlo en el
ciclo lectivo, es por esta razón que muchos educadores prefieren seguir el
método de siempre, ser el que transmite el conocimiento, el que da
instrucciones y el que juega el papel protagonista dentro del aula; mientras
que los estudiantes repiten, memorizan y reproducen información para un examen,
pero no para la vida; entonces, ¿para qué sirven tantas notas de excelencia?
¿Se debería estar orgulloso de eso?
En concreto, cuando hablas con un universitario y le
preguntas sobre su transición de escuela, colegio, universidad y vida real,
muchas veces responden lo mal que salieron del colegio, lo limitada que es su
creatividad, lo difícil que fue adaptarse a la nueva realidad. En las escuelas
y colegios te preparan demasiado para seguir instrucciones (cómo debes hacer el
trabajo escrito, cuál es la estructura de una presentación, qué fórmulas debes
utilizar para resolver un problema matemático) que eliminan poco a poco tu
creatividad, a tal punto que cuando debes ir a hacer el examen de admisión,
enfrentándote a cosas totalmente nuevas, a preguntas lógicas, a ejercicios que
solo miden tu nivel de creatividad para resolver el problema que te presentan,
te quedas en blanco, ¿por qué? Porque simplemente los estudiantes están
sistematizados. ¿Dónde están las fórmulas?, ¡nadie me dijo cómo hacer esta
presentación! ¿cuántas hojas debe tener este informe de lectura?, el profe me
dijo que fuera creativo, ¿cómo se le ocurre? Son muchos de los pensamientos que
pasan por la mente de un estudiante que toda su niñez y adolescencia ha sido guiada
y compuesta por el modelo de estímulo y respuesta.
A todo esto, se le suma el último término, pero no
menos importante, el aprendizaje. Este es un conjunto de todo, es el
resultado que la persona obtiene después de pasar por la educación y sus
métodos de enseñanza; es la acción de construirse y de reconstruirse por medio
de las experiencias; es lo primero que comenzamos a hacer desde pequeños,
indagar, probar, experimentar, conocer, escuchar, saborear; es todo lo que nos
permite actualizar nuestras estructuras cognitivas, todo lo que nos permite
llegar a la zona de desarrollo próximo, al aprendizaje significativo, así como
lo afirma el escritor Rubén Edel (2004) en su artículo El concepto de
enseñanza-aprendizaje:
El
aprendizaje tiene una importancia fundamental para el hombre, ya que, cuando
nace, se halla desprovisto de medios de adaptación intelectuales y motores. En consecuencia,
durante los primeros años de vida, el aprendizaje es un proceso automático con poca
participación de la voluntad, después el componente voluntario adquiere mayor importancia
(aprender a leer, aprender conceptos, etc.), dándose un reflejo condicionado, es
decir, una relación asociativa entre respuesta y estímulo. El aprendizaje es la
consecuencia de pruebas y errores, hasta el logro de una solución válida. (párr.14)
Acá los estudiantes se empiezan a ver como seres
individuales con maneras distintas de absorber el conocimiento, con ideas
creativas y diferentes de resolver un mismo problema matemático. Cada uno es
una galaxia desconocida, con mucho que brindar al mundo exterior, pero, todo
eso depende también de los profesores y los métodos que utilizan para pulir
esas habilidades que los estudiantes tienen, y que nosotros como sociedad,
necesitamos en un futuro.
Con todo lo anteriormente explicado, conviene subrayar
el cómo se debería enseñar, su importancia y por qué razón se piensa que sería
lo mejor para no perder la esencia que el ser humano ha tenido desde años
anteriores. Este apartado se desarrollará en base a los cuatro pilares
fundamentales de la educación ya que, según la siguiente cita, es necesario
que:
Una
nueva concepción más amplia de la educación (…) lleve a cada persona a
descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando
así el tesoro escondido en cada uno de nosotros, lo cual supone trascender una
visión puramente instrumental de la educación, percibida como la vía obligada
para obtener determinados resultados (experiencia práctica, adquisición de
capacidades diversas, fines de carácter económico), para considerar su función
en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona que, toda ella,
aprender a ser. (Delors, 1994, pág.01)
Siendo así que, para lograr despertar las
posibilidades creativas en las nuevas generaciones, e incluso en aquellas que
fueron moldeadas de manera conductual, se necesitará que la educación se base
en estos cuatro pilares, aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser,
aprender a convivir, ¿por cuál motivo? Para responder a esto, se explicará
brevemente cómo cada una de ellas puede combatir el método memorístico y
sistemático que existe en la educación.
En primer lugar, dentro de aprender a conocer, el
estudiante tendrá la oportunidad de aprender a comprender lo que hay a su
alrededor para que de esta manera, su aprendizaje sea para la vida y no para un
examen, es decir, permitirle explorar sus dudas sobre el mundo, sobre el por
qué suceden las cosas y analizar para poder llevar al máximo sus capacidades;
le permitirá a la persona tener un equilibrio correcto en el mundo y tambien
que, al tener ese don de descubrir, logre ver sus desequilibrios como algo
beneficioso para reestructurar sus conocimientos. Para esto, se debería
fomentar en el aula la creatividad para resolver problemas matemáticos, buscar
el porqué, cómo y cuándo se enciende una bombilla, por qué las mariposas vienen
de orugas y mucho más. La idea es que ellos sean los protagonistas de su propio
entorno y disfruten de la clase.
En segunda instancia, en aprender a hacer se
plantea la pregunta “¿cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus
conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza al futuro mercado, cuya
evolución no es totalmente previsible?” (Delors,
1994, pág.03). Dentro de este, el
estudiante aprenderá a manipular, a actuar, a analizar y a desarrollar tanto en
su vida privada, como en su vida laboral. Es por esto que la educación debe
centrarse y preparar al ser humano para la realidad, guiarlo para que en un
futuro este logre afrontar los problemas y darles solución a las cosas sin
entrar en un estado de crisis.
Como tercer pilar tenemos el aprender a ser “para
que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con
creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal” (Delors,
1994, pág.08). Acá los métodos de enseñanza deben enfocarse en promover el amor
propio, en que los chicos y chicas se conozcan a sí mismos, sus capacidades, su
valor y que nunca dejen de creer en ellos. Dentro de la educación siempre debe
de estar como mayor prioridad la motivación y la llama del deseo de aprender en
los chicos, que como profesores debemos de mantener encendida, sin menospreciar
la esencia de cada estudiante.
Por último, tenemos el cuarto pilar, aprender a
convivir. Por más que no lo creas, aprender a vivir con personas a tu
alrededor es una parte importante del ser humano ya que este te permite conocer
más allá de la burbuja en la que muchas veces las personas se encuentran
encerrados. Darles la oportunidad a los estudiantes de conocer nuevas
costumbres, nuevos idiomas, nuevas personas, nuevas formas de vivir, ayuda a
que estos se enriquezcan de manera que su creatividad y sus ganas de salir de
lo rutinario sea más grande que antes.
Sintetizando todo lo anterior, para combatir esta
problemática es necesario tener en cuenta cuál es la diferencia entre los tres
primeros conceptos (enseñanza, aprendizaje y educación) pero no solo
eso, sino también, estar verdaderamente conscientes de que la mala práctica de
estos está causando una gran problemática en la población estudiantil a tal
punto que el ser infatigable en los humanos ha desaparecido con el tiempo, por
otro lado, se resaltó que todo esto se puede erradicar si actuamos de manera
distinta en el desarrollo de la enseñanza mediante los cuatro pilares
fundamentales de la educación que ayudarán al estudiante a tener presente sus
capacidades y habilidades para su exitoso desarrollo en la sociedad, llegando
así a la conclusión de que no es el contenido, no son las instituciones y no
son los profesores los que están eliminando la creatividad de los estudiantes,
sino el método conductista que aún no se ha erradicado de las aulas, es por
esto que como recomendación se plantea que los profesores cedan su protagonismo
y se empiece a tomar al estudiante como los profesores de los profesores, los
protagonistas de su aprendizaje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arredondo, M. (1989). Notas para un modelo de docencia: Formación
pedagógica de profesores universitarios. Teoría y experiencias en México. México:
ANUIES UNAM. CESU.
Augusto, J. (s.f). Fundamento y construcción del Acto Educativo Director de
Pedagogía. Universidad Nacional de La Matanza, Buenos Aires, Argentina.
Recuperado de: https://ruidera.uclm.es/xmlui/bitstream/handle/10578/8065/Fundamento_y_construcci_n_del_Acto_Educativo_.pdf;sequence=1
Comenio. (1982). Didáctica magna. México.
Editorial Porrúa.
Delors, J. (1994). Los cuatro pilares de la
educación. La educación encierra un tesoro. México: El Correo de la UNESCO,
pp. 91-103. Recuperado de: https://www.uv.mx/dgdaie/files/2012/11/CPP-DC-Delors-Los-cuatro-pilares.pdf
Edel, R. (2004). El concepto de enseñanza-aprendizaje.
Universidad Veracruzana. Xalapa de Enríquez, Estado de Veracruz-Llave, México.
Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/301303017_El_concepto_de_ensenanza-aprendizaje
León, A. (2007). ¿Qué es la educación?
Universidad de los Andes, Venezuela. Educere, vol. 11, núm. 39,
octubre-diciembre, 2007, pp. 595-604. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/356/35603903.pdf
Real Academia Española. (2019). Definición de
educación. Recuperado de: https://dle.rae.es/educaci%C3%B3n
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